El martini es uno de los cocteles más emblemáticos del mundo. A lo largo de la historia, se ha consolidado firmemente en las culturas occidentales a través de las palabras de grandes escritores como Ernest Hemingway e Ian Fleming. Durante los cientos de años que lleva sirviéndose en los bares, su popularidad rara vez ha disminuido y, en la actualidad, sigue siendo una de las primeras bebidas que cualquier barman aprende a preparar. Así que, tanto si te gusta el martini agitado como si lo revuelves, lo mejor es que aprendas a preparar el martini perfecto.

¿Qué es un Martini?

El martini es un cóctel sencillo, elegante, sofisticado y muy cool que equilibra perfectamente los sabores de diferentes bebidas espirituosas. Fresco y limpio, es una bebida mucho más delicada de lo que muchos esperan. Con el duro James Bond pidiendo siempre uno cuando está buscando blancos en bares concurridos, muchos piensan que será una bebida oscura con mucho brío, como un Old Fashioned. Pero en realidad es mucho más sutil, con notas armoniosas que permanecen suavemente en la lengua.

El martini seco perfecto

No existe una proporción perfecta para el dry martini. En cambio, puedes experimentar con las medidas para satisfacer distintos paladares hasta encontrar la mezcla perfecta para deleitar tu paladar. Dicho esto, generalmente es una buena idea comenzar con una proporción de 5:1 de ginebra seca y vermut seco. Esta es la combinación más agradable para una variedad de paladares, aunque muchas personas prefieren un dry martini con un chorrito más grande de ginebra.

Se dice que Hemingway prefería una proporción de 15:1, conocida como Montgomery Martini, mientras que Churchill pensaba que tomar vermut en presencia de un Martini era suficiente. En otras palabras, cuanto más seco sea el Martini, más famoso serás.

Consigue la temperatura adecuada

Algunas bebidas pueden ser agradables tanto frías como calientes. El Dry Martini no es una de ellas. Cuando prepares la tuya, asegúrate de usar un vaso helado para enfriar el gin y mantén siempre frío el vermut en el frigorífico. Hablando de copas, un Dry Martini siempre debe servirse en una copa de cristal, preferiblemente inspirada en un diseño de la vieja escuela como este. Copa de cóctel Martini de la década de 1920 .

Cómo decorar un martini seco

El complemento tradicional para un Dry Martini es, por supuesto, una aceituna verde rellena de pimiento morrón (tres, para ser exactos). El toque de sal combina perfectamente con el licor y altera ligeramente el sabor de la bebida. Si las aceitunas no son lo tuyo, prueba con una rodaja de cáscara de limón para darle un toque cítrico a tu Martini.

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